Las cifras no mienten, alrededor de un 90% de las empresas reconoce que han sufrido en alguna ocasión una pérdida de datos ocasionada por un entorno de impresión no seguro, pero además es algo que afecta a la propia confianza de los trabajadores y que puede acabar reduciendo su capacidad de trabajo.
Un entorno de impresión inseguro puede generar muchas dudas y desconfianzas, sobre todo cuando trabajamos con documentos confidenciales y sabemos que éstos pueden acabar en las manos equivocadas si calculamos mal algo tan simple como una impresión y el tiempo que tardamos en llegar a la impresora compartida.
Puede parecer un ejemplo muy simple pero es uno de los problemas más habituales y a la vez más importantes que plantea un entorno de impresión inseguro o que no está debidamente ajustado a las necesidades de cada empresa en concreto.
Somos conscientes de la importancia de la seguridad en la impresión, tanto a nivel económico como de imagen corporativa, y por eso hemos querido hacer este especial en el que os daremos una serie de claves muy sencillas para que podáis mejorar la seguridad de vuestro entorno de impresión.
1 – No mantengas soluciones obsoletas
Seguir usando impresoras muy antiguas por creer que es mejor de cara a reducir costes es un error muy grave, ya que las mismas consumen más energía, trabajan más lento y tienen un coste por página mayor que otros modelos equivalentes más actuales, pero además son inseguras.
Al mantener impresoras obsoletas pagaremos un mayor coste por página, pero a la vez estaremos expuestos a ataques de todo tipo y no dispondremos de opciones de configuración ni de medidas adicionales de seguridad avanzadas.
También hay que tener en cuenta que estaremos expuestos a vulnerabilidades muy antiguas y conocidas, que normalmente son las primeras que utilizan los cibercriminales.
En definitiva, son una ineficiencia grande tanto a nivel de costes como de seguridad, así que si nos encontramos en esta situación deberíamos plantearnos una renovación de nuestros equipos de impresión cuanto antes. Si tenéis dudas podéis contactar con nosotros y resolveremos todas vuestras dudas.
2 – Utiliza soluciones Pull Print
Es una de las medidas más simples pero también más eficaces. Las soluciones de impresión profesionales impiden que información y documentos sensibles puedan acabar cayendo en las manos equivocadas.
Esta función es imprescindible en impresoras compartidas, pero también es recomendable en aquellas que se utilicen para trabajar con documentos altamente confidenciales, ya que supone una capa de protección añadida muy eficaz.
Con Pull Print tenemos que autenticarnos antes liberar un trabajo de impresión, lo que supone que si por ejemplo imprimimos unos documentos con información sensible los mismos no se liberarán en la bandeja de salida de la impresora hasta que lleguemos a la misma y hagamos uso de la medida de identificación que hayamos adoptado, como por ejemplo un PIN o incluso una tarjeta propia. Como dijimos es muy útil en soluciones compartidas.
3 – Mantén tus equipos actualizados
Las impresoras son un dispositivo más y como tal reciben actualizaciones que mejoran la seguridad y también sus prestaciones, así que debemos procurar que las mismas estén siempre actualizadas y cuenten con la última versión de firmware disponible.
Lo mismo se aplica a todos aquellos dispositivos que vayan a estar conectados entre sí, como por ejemplo un PC o un smartphone.
Puede que pensemos que instalar una gran cantidad de parches y de actualizaciones es una pérdida de tiempo pero la realidad es totalmente distinta, ya que son una importante puesta a punto que nos ayudará a evitar ataques que pueden llegar a tener consecuencias muy graves.